Hacia El Primer Encuentro Mundial de Ignorares

lunes, 25 de octubre de 2010

SILENCIO DE CADÁVERES

La poesía se mete un día en la casa de la biblioteca y la biblioteca le dice: siiito, quédese quieta y la poesía se echa a reír bajito, como para que nadie la oiga, pero la miran y todo el mundo a reír y la poesía que apenas tiene corta edad, la biblioteca la saca de su casa y la poesía que no entiende se va con su algarabía y la casa de la biblioteca se queda sola con su silencio de cadáveres.

Otro día, está la biblioteca en su silencio de cadáveres, que es así como la poesía llama a la casa de la biblioteca y la poesía entra sin pedir permiso.

La biblioteca, que ya la conoce, se da cuenta que viene rascada hasta los huesos y con mucha hipocresía le dice casi al oído que guarde silencio y la poesía le contesta con un «anda a joder al coñoetumadre» y a la biblioteca se le ponen los cachetes rojos y los labios le tiemblan y los ojos le brillan de pura rabia, pero sigue siendo hipócrita y le dice «No puede permanecer aquí en ese estado» y la poesía le responde que en cuál estado debe permanecer y la biblioteca que se exaspera le dice que debe irse por las buenas o llamo a la policía, llama a quien te de la gana vieja puta, paridora de cadáveres, limpiadora de féretros, consumidora de formol, adicta a la naftalina, alcahueta de mala historia, ahí si es verdad que la biblioteca no aguanta y llama a la policía que la consigue echa una laguna de llantos y afuera una algarabía del carajo, La policía no entiende nada, pero no puede perder el tiempo y debe cumplir con la ley, entonces agarra y se arrastra en una redada a la alegría que por pura casualidad pasaba riendo frente a la casa de la biblioteca, que volvió a quedarse con su silencio de cadáveres.

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